No importa si los kilometros nos separan. No importa si la oscuridad me impide encontrarte, ni tampoco importa los frenos que nos pongan los demás. Porque lo que nos une son nuestros recuerdos, nuestras añoranzas compartidas. Lo que queda entre nosotros es lo que nos desgarra el alma, pero también lo que nos llena. Tus cientos de perfumes, tus colores, tu voz...Lo que queda siempre son las ganas...esas ganas que mutan con el tiempo y se pierden de vez en cuando...pero siempre vuelven cuando la casualidad nos junta y las cicatrices en vez de sangrar, sanan. Porque no se olvidan las noches que me dedicaste solo para regalarme un pokito mas de tu amor, y me delegabas tu corazon en bandeja, como si nada ni nadie más te importara. Y los secretos que guarda el mar, solo los conocemos nosotros... y esos recuerdos que se olvidan y se vuelven a evocar por fotos, son los que hoy mantienen viva esa esperanza que nunca perdemos. Seguime dando alegría de a ratos, que así mi vida sigue y yo soy feliz. Seguime sorprendiendo y nunca me voy a cansar de esperarte...que yo no voy a necesitar nada mas, porque mientras tus ojos brillen, también mi alma brillará.