Sunday, August 19, 2007

Te quiero, por eso te odio.
A las apuradas me pongo lo primero que encuentro, sabiendo que hoy el destino nos quería encontrar. El tiempo se va reduciendo y las horas se vuelven tensas y efimeras, provocando en mi una ansiedad confusa. Un par de caras desentendidas y otras tantas desconocidas. Y entre ellos vos y yo. Siempre la música es justa para el momento y los caminos que se forman entre la multitud dejan visibles tus ojos.Esos ojos que ya no me pertenencen pero que ciertamente saben a mi. Esos mismos ojos que me miran de reojo y nerviosos. Que tienen ganas de saber todo sobre nada mio. Los que me miran tratando de encontrar meras justificaciones a ese sentir tan poco lógico que caprichosamente siempre está presente cuando me ve. Por mi parte, yo también busco. Busco lo que nunca voy a encontrar, por suerte. Como también busco mi y su felicidad. No juntos. Nosotros siempre funcionamos separados. Esa noche yo también miraba su vida de reojo, y deseaba y sigo deseando, que todo lo que se merzca se le cumpla. Aunque se y acepto, que ese último beso en la mejilla fue verdaderamente falso. Por que no se toleran los besos en la mejilla de personas que durante todo un tiempo dominaron tu boca más de lo que uno cree. Nunca se van a tolerar esos besos en la mejilla, cuando ambos saben que aprendieron a besar juntos.

2 Comments:

Blogger Las Chichis said...

Auch! Tan cierto lo q escribis q es imposible q no te lleve a recordar alg�n ins�pido y doloroso beso en la mejilla dado o recibido alguna vez...!

3:23 PM  
Blogger Marcos Perearnau said...

Qué buen final de post!
Tan cursi!
¿Todavía alguien no entendió que, eso que aceptamos en llamar amor, sólo puede ser cursi?
Las últimas dos oraciones ¿no merecerían ir en cursiva?

5:34 PM  

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