Son sobervios aquellos rastros que ya ni quedan. Son arbitrarios y poco sutiles los aciertos que nuestra dirección poco controla al juntarnos en un mismo lugar.
Y él dirige su camino a no sabe donde. Tampoco sabe con quién lo quiere seguir. Pero su instinto cada vez que lo pierde, se dirige a mi. Y yo, poco probable de hacerle un mal, termino siempre mostrándole su rumbo otra vez. Ese rumbo que lo aleja de mi y lo acerca a lo desconocido. Asi encontró a ella y supone ser feliz. Así encamina su vida hacia un sin fin de ilusiones que ni él es capaz de comprender. Así me deja a mi de lado para poder escoltar sus sueños que todavía siguen sin quererse cumplir.
Y él dirige su camino a no sabe donde. Tampoco sabe con quién lo quiere seguir. Pero su instinto cada vez que lo pierde, se dirige a mi. Y yo, poco probable de hacerle un mal, termino siempre mostrándole su rumbo otra vez. Ese rumbo que lo aleja de mi y lo acerca a lo desconocido. Asi encontró a ella y supone ser feliz. Así encamina su vida hacia un sin fin de ilusiones que ni él es capaz de comprender. Así me deja a mi de lado para poder escoltar sus sueños que todavía siguen sin quererse cumplir.
2 Comments:
Quizás todavía estés a tiempo de tatuarte esa brújula que tanto querías...
( quizás tenga más sentido que nunca )
Pero sh.. ya llegará el alivio de saberlo feliz.
No pude entrar antes, te contestè en mi blog.
De todas formas dejo besos, entonces, aca.
(:
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