Ya no quedan muchas vueltas para dar, el camino se convirtió en un andar firme, sin extremos por donde desbarrancar. Aunque a veces, acostumbrada a ello, me cuesta creerlo y libre de culpas, intento caer. Es que uno se crea sus propios problemas, uno crea sin estar al tanto de ello, sus propios impedimentos.
Muchas veces me quede ciega de tanta niebla que formé ante mis ojos, para no ver otra cosa que no seas vos. Pero resulta que mi espejismo se esfumó, y al rato pude ver lo que realmente eras. No eras mas que una obsesión.
2 Comments:
siempre me identifico con tus palabras.
Uno pone en un pedestal a gente que no debieron estar nunca allí.
Sencillamente porque somos humanos.
Con defectos.
Cuando nos alejamos parece que tenemos que reflejar el pasado sin tamiz y toda la nostalgia se le parece a buena.
Saludos y Beso
Andrés
Sí,creo que tiene que ver con la idealización estúpida e incoherente con la que uno somete al otro, a las cosas en general también,y con la que en realidad, se somete a sí mismo. A, como vos decis, sus propias nieblas.
Lo de los problemas sí, coincido totalmente...una es en ocasiones su propia enemiga y lo loco es que después no se sepa cómo salir de a dónde una se empujó. En fin, lo bueno, o el primer paso, es darse cuenta ¿no?
Saludos!
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