Uno se cansa de buscar lo que nunca va a encontrar.
Se idealiza siempre a la persona equivocada y se perfecciona lo inexistente.
Y desde que te fuiste mi corcho tiene dos fotos menos; por el sol me salieron un par de lunares más en el pecho y estas noches de calor suelen recordarte.
Por su parte, mis palabras van delineando tu escencia y vos de vez en cuando te haces cargo de lo que me pasa. Aunque insisto que lo bueno sería que reconozcas que tus cinco sentidos siguen esperando por mí.
Siento que la luna me mira fijamente observando cada paso que doy, y me ilumina para no errar ningun paso, porque sabe que estoy en el límite.
Se me confunden las ideas y tartamudeo cuando no tengo la respuesta. Dos miradas diferentes se fijan en mi.... y no me puedo decidir.