Thursday, May 16, 2013

13 de Mayo

Dicen que el que afronta lo desconocido, descubre grandes tesoros. Así, ignorantes de nuestros pasos ingenuos, cambiándole el sabor a nuestro destino, una noche tus ojos se cruzaron con los míos.


Dicen que el amor se encuentra antes si se busca. Y yo dejándome convencer, acepte darte la mano y dejarme llevar…y custodiada con la premisa de decirnos siempre la verdad, empezó nuestro juego.

De a poco nos vamos descubriendo, aprendemos a sentirnos, a reírnos, a entender que cosas uno tendrá que aprender del otro. Nos redescubrimos en cada mañana que nos encontramos uno al lado del otro bajo las mismas sabanas. Exceso de besos, abundancia de abrazos, sonrisas, miradas cómplices…

Y aunque cueste arriesgarse después de algunos fracasos y aunque a veces duela más la anticipación del dolor que el dolor mismo, supongo que hay que volver a arriesgarse y aventurarse; porque creo fielmente que el dolor del arrepentimiento al no arriesgarse, es aun peor que el dolor del sacrificio por haberlo intentado.

Y confieso con estas pocas palabras, que desde hace ya un mes, siempre hay alguna simple razón que nos lleva a incluirnos en la misma escena. Y siempre hay alguna gran razón por la cual últimamente termine mis días pensando en usted.