Lo que es .

La desdicha:
Un beso no dado, un abrazo que nunca llego. Una mirada que se perdió. Una sonrisa equivocada, dos manos que no se agarran. Un baile que nunca entrelazo nuestros cuerpos, la falta de complicidad.
Un mensaje erróneo, unas lagrimas inmerecidas. Una realidad irrebatible, un dolor confuso.
Una tristeza que tuvo que ser alegría.
Una furia imposible de apaciguar.

La reflexión:
Entre risas y llantos, entre enojos y reflexiones, aprendimos a querernos. Aprendimos a estar juntos, pero no a estar bien.
Cuando sentimos que nos invade la felicidad plena, caemos una y otra vez en el olvido de aquello que nos enamoro, para enfrentarnos. Y nos lastimamos, nos ofendemos, nos enfrentamos el uno al otro.
En vez de una batalla, habría que crear una tregua.
En vez de reproches, tendrían que existir las disculpas.
En vez de pensar en huir, deberíamos pensar en unir.
En vez de elegir el camino fácil, donde cualquiera comparte una cama y su cuerpo, deberíamos elegir el camino difícil y compartir amor, corazón, cuerpo y alma.

La Conclusión:
El amor no siempre muestra su lado agraciado. El amor nos enseña que una vez que elegís amar, también elegís ser mas sensible, y eso cuenta para lo bueno como para lo malo. El amor puede ser bondadoso, pero de a ratos puede parecer injusto.
El amor se envuelve en la gran paradoja que así como te hace flotar, también te hace caer. Te genera nuevos sentimientos, te hace fuerte por sentirte acompañado, pero débil cuando no tenes a esa persona a tu lado.
 
Es el veneno y el antídoto en el mismo frasco. Frágil y delicado.
Merece cuidado para que no se quiebre, defenderlo de las amenazas, fortalecerlo para que crezca.

El amor de tu vida te engrandece, para que en los momentos de caída libre tengas las herramientas y la fuerza suficiente como para salir siempre adelante.

- Esfuérzate en ser feliz.