No sé cuantas cosas se pueden encontrar en el ojo izquierdo de una persona, pero sé que en tus labios yo pude encontrar amor sin fin, y me hizo enloquecer.
Y te condena mi celoso corazón cuando le contás tu historia, nunca conocio la gloria en cuestiones del amor.
Y sé que nunca se me va a olvidar tu voz aunque pierda la memoria,con acercarse a la victoria se conforma un perdedor.
Y te tendré que dejar escapar, sé que lo voy a lamentar, pero te digo, amor, hay que saber cuando parar.
No te pongas triste, corazón, que el sol va a brillar, quedate tranquila que va a haber tiempo para bailar.
No sé cuantos ángeles te quieren ayudar pero tengo la esperanza que ninguno va a poder desnudarte, no de cuerpo sino de alma,disfrutar ese placer.
Y la verdad no sé bien a qué tengo miedo, nunca fui mucho de apostar, una corazonada me dice que es hora de pagar.
Y te condena mi celoso corazón cuando le contás tu historia, nunca conocio la gloria en cuestiones del amor.
Y sé que nunca se me va a olvidar tu voz aunque pierda la memoria,con acercarse a la victoria se conforma un perdedor.
Y te tendré que dejar escapar, sé que lo voy a lamentar, pero te digo, amor, hay que saber cuando parar.
No te pongas triste, corazón, que el sol va a brillar, quedate tranquila que va a haber tiempo para bailar.
No sé cuantos ángeles te quieren ayudar pero tengo la esperanza que ninguno va a poder desnudarte, no de cuerpo sino de alma,disfrutar ese placer.
Y la verdad no sé bien a qué tengo miedo, nunca fui mucho de apostar, una corazonada me dice que es hora de pagar.
Las Pastillas del Abuelo.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home