Friday, May 29, 2009

…de lo que des, siempre recibirás. De lo que acumules, carecerás.

Anclaste en mi vida pocas horas pero sin embargo yo me encariñe. Y vos, sin ningún adiós justificado, demostraste ser todo aquello que me negaste.Tantos besos en tantas bocas, hace que se desperdicie el misterio. Tan adulto y a la vez tan niño, hace que no te reconozcas ni a vos mismo. Es evidente que el calor de tus manos entibia la piel de cualquiera, sin embargo tus ojos susurran inconformidad y desconsuelo. Demostras ser quien domina a la perfección a tu presa sin saber que en cada noche destapas lo poco que te sobra y lo mucho que te gustaría dar. Crees ser el propio Don Juan de tus novelas a diario, el seductor a quien ninguna mujer puede negarse. Pero claro está, que en cada sabana usada acreditas tu inseguridad y tu búsqueda permanente, de aquella mujer que te consuele y te haga feliz por completo. Apenas conozco el contorno de tu espalda, sin embargo en tus ojitos color cielo se lee a la perfección las ganas de demostrarle a una sola mujer lo que vales en realidad. Creyendo que hombre es aquel con una vida agitada y varios nombres en el celular, dejas de lado los prejuicios para entregar solo tu cuerpo a quien esa noche decida tenerlo; y reprimís tus sentimientos y solo contas con el típico placer físico que te regala el sexo casual.Tal vez este texto ni lo entiendas…tal vez nunca lo leas.Pero a mí, que me hiciste probar lo que sos, a mí que por dos noches me hiciste olvidar mis propias pesadillas. A mi me dejaste pensando en lo mucho que vales pero lo poco que te dejas valorar.

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